BUENOS AIRES.- En este 2017 ya no se
fijará desde el Ejecutivo un porcentaje que guíe la discusión salarial en las
provincias, sino que cada jurisdicción pactará con los gremios locales por su
cuenta.
De todos modos, la Casa Rosada seguirá
presionado para que la paritaria docente bonaerense se convierta en el modelo
del resto de las negociaciones, la idea es que se acomoden al 17% de inflación,
que estima el presupuesto.
Según publica el diario La Nación, los
gobernadores peronistas volverán a encontrarse esta semana para empezar a
discutir la paritaria docente, y acordaron que no ofrecerán subas por encima
del 18 por ciento.
Es que en la mayoría de los casos, se
lleva una porción importante de los presupuestos provinciales. Por caso, en
Chubut, el salario de los docentes insume el 45,6% de todo el gasto en sueldos.
"No vamos a ofrecer nada que no podamos pagar ni que ponga en riesgo
nuestras finanzas. Tenemos que ser muy cuidadosos.
El año pasado fue muy complicado y este no
viene fácil", señalaron al matutino allegados a uno de los gobernadores
que tuvo que endeudarse fuerte en 2016.
La situación es crítica para provincias
como Tierra del Fuego, que viene de un año con casi 90 días sin clases y que
hoy mismo tiene dificultades para pagar salarios. "Para nosotros,
cualquier aumento es económicamente inviable.
Sin asistencia de la Nación no podemos
ofrecer absolutamente nada", admitió un funcionario provincial. Como todos
los años, y aun sin paritaria nacional, será crucial lo que ocurra en Buenos
Aires, que concentra el 40% de la matrícula nacional.
Los gremios ya advirtieron que un aumento
de 18% es insuficiente y que no van a aceptar ninguna oferta que no contemple
recuperar el 10% de poder adquisitivo que, calculan, perdieron el año pasado.
Ante esta situación, Santiago del Estero
presentaría la condición más crítica del país, sin paritarias, con el salario
básico más bajo del país de $ 2.968,40 y el posible aumento del 18%, solo
significaría un incremento de $ 534, a todo lo anterior, habría que agregarle
el silencio oficial sin anuncio hasta la fecha, de un blanqueo de las actuales
8 (ocho) cifras en negro, que representan más de un 60% del sueldo docente en
negro, generando la más alta precarización laboral de todo el país. Esto
convierte a los docentes de Santiago del Estero en sinónimo de pobreza y
precarización.
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