En lo que va del año sólo en el Sease se atendieron 200 chicos por coma alcohólico.
Lo reveló el titular del servicio de paramédicos del Ministerio de Salud, Dr. Juan Carlos Vittar, quien consideró que la situación “es grave y preocupante”. Advierten sobre los severos daños en la salud de los menores por el excesivo consumo de bebidas alcohólicas.
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Publicado el 21/05/2013 - En lo que va del año, sólo en el Servicio de Emergencia y Accidentología de Santiago del Estero se dio asistencia a más de 200 menores en coma alcohólico, los que tuvieron que ser derivados a centros asistenciales públicos para su desintoxicación. Así lo confirmó el Dr. Juan Carlos Vittar, director del organismo, quien manifestó además que la mayoría de los jóvenes tuvo que ser rescatado de la calle o de sectores cercanos a los locales bailables, en total estado de abandono.
“Todos los fines de semana estamos viendo de 8 a 10 menores de edad en coma alcohólico. Haciendo una estadística de los casos asistidos podemos decir que en el año tuvimos unos 200 o más adolescentes totalmente ebrios. Claro que es una estadística manejada solamente por el Sease, por lo que en Santiago, por fin de semana, seguramente son muchos más los jóvenes que ingresan a los centros asistenciales en esas condiciones”, detalló el Dr. Vittar.
Vittar se mostró preocupado ante los incesantes casos, que mantienen sus alarmantes cifras. “No cesan y la situación se agrava con el paso de los días”.
Vittar se mostró preocupado ante los incesantes casos, que mantienen sus alarmantes cifras. “No cesan y la situación se agrava con el paso de los días”.
“Las cifras se mantienen. Desde hace muchos fines de semana que el número de adolescentes alcoholizados es el mismo y esto preocupa. No hay un descenso y lo grave es que ya no se trata solamente de coma alcohólico por el consumo de bebidas etílicas sino que también encontraron la diversión de mezclar sustancias, lo que agrava la situación de los pacientes”, sostuvo el director del Sease.
Asimismo, Vittar dio detalles de la condición en la que son rescatados los menores, tras sufrir un coma alcohólico tras una reunión entre amigos o salidas a los locales bailables.
“Nosotros tenemos la obligación de asistir cada vez que nos requieren, cualquiera fuere que haga el pedido. Muchas veces, cuando asistimos nos encontramos que el joven está junto a un grupo de riesgo, en el cual todos se encuentran borrachos y se vuelven agresivos. Hubo casos en los que los amigos del pacientes agredieron al personal con golpes de puño o utilizando armas blanca. Y en otras instancias estaban solos. Tal vez son sus amigos lo que hacen el llamado al Sease, pero luego desaparecen para no involucrarse en problemas. Son muy pocas las asistencias que se hacen en el domicilio”, explicó el doctor.
Por último, aclaró que entre los jóvenes asistidos por exceso de bebidas alcohólicas no se distinguen las clases sociales.
“Entre los menores de edad ebrios no se diferencian las clases sociales. Tal vez la diferencia es que los de la clase social alta son los que menos se ven, pero no porque sean minoría sino porque sus padres los lleva a centro asistenciales privados”, manifestó.
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